viernes, 5 de diciembre de 2008

¿ES POSIBLE ENSEÑAR Y APRENDER A MIRAR?

El siguiente es un fragmento del articulo de Ana Abramowski “El lenguaje de las imágenes y la escuela: ¿es posible enseñar y aprender a mirar?


Uno de los campos que se dedico a estudiar este tema es el de los estudios visuales, que surgió para analizar los profundos cambios perceptivos y comunicativos introducidos por las nuevas tecnologías de lo visible.

Además de estudiar que son las imágenes, como se producen y circulan, y las implicaciones sociales, culturales, políticas subjetivas e identitarias de nuestro vinculo con ellas, el campo de los estudios visuales se centra en la cuestión de la mirada, en las practicas de ver, en como se producen visibilidades e invisibilidades.

Por eso nos dicen que prestemos atención al poder de las imágenes en los espectadores, teniendo presente porque las personas buscan información, pero también placer; que los incita a mirar; por que a veces los individuos no se pueden rehusar a ver, como se reacciona ante las imágenes; cuales son los procesos que les permiten a las personas encontrar sentido en lo que ven. En estos procesos se involucra lo racional, lo visual, lo auditivo, lo sensitivo, lo estético, lo emocional.

Hay un elemento que las hace diferentes a los textos que se leen. Esto es la inmediatez sensual. Hay algo que resulta un exceso al momento de ver, sensaciones como la intensidad, la sorpresa, la conmoción, el enmudecimiento, están en le corazón de la experiencia visual y esto no puede ser agotado recurriendo al modelo textual de análisis.

Si queremos trabajar pedagógicamente con imágenes debemos tener en cuenta sus poderes, que son polisemias, que no todos vemos lo mismo cuando miramos. Que no hay otra alternativa que situarse en el cruce de palabras que faltan, sentimientos desbordantes, ideas desordenadas, sonidos ensordecedores y silenciosos.
Se trata, junto con los alumnos, de enseñar y aprender a mirar, escrutando a las imágenes desde distintos ángulos, desarmándolas y rearmándolas, imaginando con ellas y a partir de ellas, sin perder de vista que, del mismo modo que las palabras, las imágenes son colectivas y se comparten.
Si tenemos presente que lo visible es algo que se produce, y que al lado de toda visibilidad, habrá siempre una invisibilidad, constataremos que al lado de toda pedagogía de la imagen habrá también una política, construyendo una mirada, y no cualquiera del mundo.